domingo, 6 de diciembre de 2009

Cuentos cortos para dos noches

“Era una tierra mágica, era todo maravilloso, todo color de rosa y aburrido, aburrido hasta el caracú. Era todo hermoso, todo lo que uno quiera, pero… Era rotundamente aburrido, sinceramente no me mudé de allí porque algo me lo impedía. Mis amigos me decían que me extrañarían mucho, la sincera verdad, no me podía despegar de esa tierra preciosa y encantada donde todo era posible y donde las lágrimas derramadas por sueños rotos eran sanadas por el hermoso paisaje tan de ello como el inolvidable.”

El otro día mis nietos, Martín, el mayor de diez años, Lola, de nueve y Matías de cinco, (pensaron que los tres se llevan de maravillas a diferencia de otros chicos) vinieron a visitarme. Me trajeron muchos regalos y cartas de otros amigos de la ciudad, además de muchos besos y abrazos. Mi hija anduvo contándome que su esposo tenía problemas de trabajo, que era muy agobiante, y etc., etc., etc, y la empresa le había ofrecido trasladarlo así una sucursal a no menos de cinco kilómetros del pueblo y con tareas pasivas para que descansara y pudiera trabajar porque él se negaba a hacer reposo. A mí se me inundaron los ojos de lágrimas de felicidad, y abrazando a mi hija y conteniéndome las ganas de saltar en una pata, le dije que sí quería podía vivir en la casa de atrás. Dentro del terreno de mi casa, hay dos casas, la de adelante, en la que vivo yo, y la de atrás, en la que pienso que viva mi hija y su familia…
- Bueno, esta bien pero sólo por un tiempo, después vamos a conseguir nuestra propia casa, ¿eh?
- Perfecto, me parece bárbaro.
Mis nietos son un terremoto. Pusimos una carpa en el patio, entre mi casa y la casa temporal de mi hija. Todas las noches les conté un cuento. Todos eran sobre el pueblo “verde sol” y sus habitantes y sus historias, después de una semana o obviamente tuvimos que sacar la carpa porque el hiperactivo del esposo de mi hija quería cortar el pasto. ¿Acaso ese hombre conocerá el concepto de reposo y “el jardinero viene los viernes? Durante esas bellísimas cinco noches que estuve contando cuentos creo que fueron uno de los momentos más bellos de mi vida, ver cómo mis nietos dormían pensando y soñando con todas esas historias. Aquí les contaré dos de los cinco cuentos:

Primera noche: El aro perdido

Una noche Martina se acostó con sus aritos preferidos, para que a la mañana siguiente ella ya estuviera lista y no tuviera que buscarlos, porque al otro día era la fiesta de la primavera, eso es, al día siguiente sería 21 de septiembre, y, obviamente, ella quería verse preciosa. Martina decía que sus aritos la hacían ver esbelta y con la cara iluminada. Pero esa noche no se sabe exactamente qué pasó que sus aritos. A la mañana siguiente, cuando se despertó, no los tenía. Busco por todos lados, desesperadamente, debajo de la cama, arriba de la cama, en la cocina, en la mochila, pero no estaban. Su mamá le prestó unos, pero según ella no eran tan lindos y no le iluminaban el rostro ni la hacían ver esbelta. Finalmente se tuvo que ir a la escuela con los aritos que le prestó su mamá, pero ella sería triste por sus aros favoritos. Cuando llegó a su casa buscó otra vez por toda la casa pero aún así no los encontró. Luego se hizo de vuelta de noche y aún los aritos no aparecían.A la mañana siguiente ella estaba todavía triste por sus aros desaparecidos, se fue a la escuela triste, y volvió a triste. Y cuando volvió los aritos estaban sobre su cama con una carta escrita con una letra bellísima pidiéndole perdón. No estaba firmada y tenía un perfume a jazmín silvestre.
- Abuela
- ¿Que Lola?
- ¿Quien se había llevado los aritos?
- No lo sé Lola, no se quien fue pero se que fue , fue un ha… ¡¡uy!!! Miren la hora. Bueno es momento de acostarse y de soñar.
- Pero abuela ¿quién se llevó los aros?
- Zi ¿y porqué dejó la nota?
- Matías, Matías, Matías, esa es una historia que se las contaré mañana. Ahora duermanse.
Qué tonta, esa noche casi le confieso a los chicos la verdad que oculta el viejo pueblo del que provienen. Al desayuno los chicos ni se acordaban de la historia de anoche ni de mi torpeza, pero Matías, con esa memoria infalible, me dijo en voz baja y bostezando:
- ¿Abu, y quien se sevó el ado?
Por suerte los chicos no se dieron cuenta de lo que había dicho Mati.
Segunda noche: la rosa en el desierto
En el valle, aunque no lo crean hay un sector en el que sólo crecen yuyos y hierbas espinosas, feas y puntiagudas. En esa zona, la sincera verdad, la gente del valle no se acercaba por temor a tan espantosas plantas, literalmente allí crecen cardos del tamaño de un oso, la verdad feos, por eso las personas tratan de ignorar esos “vegetales”. A las personas se les ocurrió llamarlos desierto para poder olvidarse de esos monstruos terroríficos.
Un día un viajero pasó por allí y cuando llegó al valle entero al bar del pueblo y dijo:
- ¿Cuánto cuesta tan hermosa planta?
- Nada, la ligustrina no está a la venta.
- No, la ligustrina no, la flor que está en el centro del círculo desierto, cuando venía para el valle pase por allí y la vi, era hermosa.

Todas las personas salieron corriendo sorprendidos hacia “el desierto” pensando que el sujeto se había vuelto loco y que era imposible que hubiera salido algo hermoso de algo tan feo, era ilógico.
Cuando llegaron, los cardos no estaban, el lugar estaba vacío, excepto por una joven y reciente rosa que era roja, preciosa, una belleza, era lo más hermoso que vi en mi vida, obvio, después de mi hija y mis nietos. Desde entonces la rosa es centro de atracción en el pueblo.

- Abu
- ¿Qué Martín?
- ¿Cómo cambió el lugar de tener espinas a tener una hermosa rosa en su…?
- ¡¡Uy!!! Es re tarde, a acostarse mejor, se duerme que mañana su padre los va a levantar re temprano para que lo ayuden a cortar el pasto, va, va.
Los chicos, son chicos y quieren saber siempre el qué y el porqué de las cosas, preguntan demasiado. Son tremendos, y lo peor es que yo me lo busco, no hay ningún cuento que no incumba al tema de la magia en el pueblo “Verde llano”. Pero el secreto mágico que oculta el pueblo estará siempre a salvo conmigo. Así que espero que ustedes también lo guarden, ahora yo les confió mi secreto…

viernes, 4 de diciembre de 2009

El futuro está en tus manos

Dios creó la vida
Él creó a ella
Llena de esperanza
Llena de bondad
Él creo la vida con pura verdad

Él no creó la muerte
La muerte se metió en él
Todos nacemos buenos
Todos somos cuerdos
En esta cultura de la muerte
Todos caemos
Donde quiera que estés
Siempre caes

En esta cultura
Se destaca la violencia
Quieras o no su presencia
La droga y el alcohol
Atacan a los jóvenes
Como un perro a unos gorriones
La cuestión es:
¿¿Buenos o malos??
¿¿Quién vence??
En este mundo
Lo malo es recompensado
Y lo bueno olvidado

En el diario, en la TV
Aparece el malvado asesino
Y no los construye el amino
Aparecen los traidores
Y no los trabajadores
Por eso te digo
El futuro está en tus manos
De ser bueno o malo
De cambiar el mundo
O ser un vagabundo

La vida

Si tus fuerzas se agotan,
Si te vence lo vivido,
Comienza todo de nuevo,
Nunca te des por vencido

La fe no se debe perder
En lo duro del camino,
Tengamos siempre presente
Que no se cambia el destino.

En nuestra vida existen
Varias oportunidades,
Las palabras te sugieren
Elige a tus amistades.

Debería ser lo primero
Cuidándose uno mismo,
Valorarse es importante
Y no caer en un abismo.

Puedo, quiero, debo...

Nuestro amor vivió oculto
Es difícil recordar
Todo lo que ayer sentimos
Hoy debe terminar


Necesito rescatarte
Regalarte mi corazón
Pero se que no podemos
Es imposible, amor


Quiero cerrar esta herida
Y no vivir de esta ilusión
Porque voy a quedar destruida
Y vos también, mi corazón

Quiera olvidarte pero no puedo
Quiera dejarte pero no debo
Quiero amarte pero no es debido
Quisiera abandonarte pero no eh podido

Diamante azul

Mar, mar arena
quedas en mis recuerdos
días alegres y divertidos
con mi familia compartidos.

Mar, mar sueño
la tela azul acompaña mis deseos
que esto sea aterno.

Mar, mar tranquila y
saltarina y transparente
como hadas madrinas
siempre
estás presente.

Volver

La razón de mi vida

Tu felicidad es lo que hace feliz mis días
tu felicidad endulza mi vida.

Tu felicidad es un regalo para mi corazón
tu felicidad y vos son de mi vida la razón.

Mi felicidad nace y muere con nuestro amor
estar junto a vos no tiene valor.

Nuestro amor podría mucho durar
pero lo que siento por vos siempre perdurará.


Volver

jueves, 3 de diciembre de 2009

Der Tod

Cuando aquel hombre se levanta de su asiento, eme se ve carente de inspiración para seguir conjurando sobre su identidad o su función dentro de ese escenario que dibujaban el parque las casas, la torre sobre el pozo y el fuerte olor a vinagre.
Decide bajar y preparase una sopa caliente. La cocina era un lugar bastante deprimente cuando no se encontraban su hermana y su sobrina, solo quedaba una olla con un fuerte olor a carne húmeda y unos cuantos platos sin lavar, las cortinas entre abiertas dejaban entrar los últimos rayos de sol que pegaban en el jarrón con unas pocas rosas medio secas.
Mientras la sopa hervía, seguía repasando cada hipótesis con delicadeza, como si quisiera descubrir un mínimo defecto para descartar aunque sea una de las infinitas hipótesis planteadas esa tarde.
Las eternas discusiones sobre la existencia de todo lo que vemos, convertía a 2 de las hipótesis en pura basura. Pero a pesar de eso todas las hipótesis eran igual de probables.
Solo tendría que esperar algún acontecimiento que rompa con la estricta rutina del hombre para saber cual escoger.
La sopa se le paso un poco debido a la absorción que le provocó el análisis, volvió a su cuarto donde, con una decepción casi morbosa, vio que la ratonera estaba vacía.
Como de costumbre, se recostó doblando un almohadón y recomenzó la lectura de una de sus obras favoritas, de las cuales se hablo mucho después de la segunda guerra. Luego de terminar el capitulo segundo de la segunda parte aprecio una de sus condecoraciones apostadas en la mesita de luz, y comenzó a sentir como el sueño le ganaba. Lo último que llego a sentir fue el deseo de que sus dolores de espalda no lo agobiaran a altas horas de la madrugada.

El portazo que pego su hermana al salir, lo despertó de un sumergido sueño, alegremente sin interrupciones. La jaula seguía vacía, y el interior de la taza adopto el color rojizo de la sopa, despegando de su interior un olor extraño, casi irreconocible debido a que se mezclaba con ese continuo olor a vinagre y el olor a sudor de su pijama.
El cuarto estaba, casi tan inmutable como siempre, ecepto por una pequeña nota, apoyada sobre su controvertido libro.
Sintió un escalofrío subiéndole por la nuca, que sentía desde el escape del campo.
La carta suponía ser escrita por un hombre con una acumulación de odio indescriptible, pero eso no era lo que mas lo impresionaba, era la exactitud con la que hablaba de las morbosidades cometidas en el campo de concentración. Y para terminar de alterar los nervios de eme, había una foto de un hombre (seguramente Judío), trabajando con escasas ropas en unas bisagras, eso lo llevo a la conclusión de que tenia en sus manos el fragmento del diario de algún judío del gueto.
Tal vez no era mas que un torpe intento por intimidarlo o algún general exiliado pensó que le interesaría ver ‘’ la otra cara de la moneda’’. Pero en su afán por conseguir diferentes hipótesis, lo llevo a 2 detalles uno menos obvio que el otro, pero ambos muy importantes, en el extremo superior izquierdo de la rotosa y mugrienta hoja del diario, donde lógicamente debía estar el nombre de la persona, solo se veía una rasgadura. Esto lo llevo a pensar que, quien se lo envío, no quería que supiera quien fue el propietario.
Lo segundo, fue que, desde el reverso de la fotografía, se desprendía una pequeña hoja de papel, que contenía unas pocas palabras, seguramente bien pensadas para causar un efecto de terror inmediato.

‘’saludos doctor, bienvenidos al primer día de su muerte, algo que a lo que esta acostumbrado a imponer (o a lmenos lo entubo) pero estoy convencido de que jamás experimento lo que es saber que, en breve va a morir.
Se me ocurrió un juego, que seguro le agradara, no tendrá que romper con su vida ermitaña, solo tendrá que hacer lo que hace todos los días, sentase y conjeturar, pero no sobre un echo pasajero y sin importancia, sino sobre quien es la persona que lo matara en 3 días, al menos que le diga a su hermana mi nombre. No tendrá ni siquiera que moverse de su cuarto. Solo reflexionar sobre cual de las millones de personas que lo odian, se atrevió a espiarlo (si, si, eso no lo dude lo observe durante mucho tempo) y a matarlo
Podrá pedir 3 pistas, solo escriba las cartas (por favor sea breve) déjela dentro de ese enfermizo libro que le fascina leer, y yo le dejare la respuesta en el mismo lugar.

Suerte doctor muerte, la va a necesitar’’

Estas palabras, fueron como dagas que entraban en su cabeza, esta persona fuese quien fuese, entro a su cuarto sin dificultades, y podría repetir ese acto sin ninguna dificultad.
Por este fin de de semana, debía olvidarse de sus continuos pensamientos sobre la vida y la muerte, sobre la tortura, y dejar de lado las inútiles conjeturas sobre aquel hombre.
Sabia dos cosas sobre este hombre, hablaba alemán y era judío (cosa visible por su odio a hacia su libro y la forma despectiva de llamarlo doctor muerte). Ahora debía aclarar la cabeza, y apostarla sobre su vida en el campo de concentración.

Era una fuerte mañana de viernes, se coloco su uniforme de la SS y se sentó afuera con sus amados perros a esperar a un nuevo asistente para sus experimentos, este llegaría con 2 parejas de gemelos para utilizar.
Le hablaron maravillas de el, tenia una mente fuerte y fría, pelo rubio bien cortado y un sentimiento ario inigualable.
Parecía ser el asistente ideal, por lo menos de antemano, pensamiento que no podría ser más impreciso, es hombre a pesar de ser un virtuoso tenia la altanería propia de un general. Jamás acato una orden en esos 2 meses, e inclusive se atrevió a desafiar la idea de la cámara de gas, soltando idioteces sobre que los judíos merecían respeto.
La situación se volvió inaguantable cuando estropeo un experimento de supervivencia, en donde enterrábamos en nieve a un judío y a un alemán, para comprobar que el ario, lógicamente, tardaba varios minutos más en morir. Esto llevo 1 año de preparación, 1 año perdido ya que el chico dio chocolate caliente al alemán dándole una ventaja lógica.
Eme ordeno a 3 de sus hombres, que lo llevaran al bosque y lo torturaran. Los hombres volvieron solos así que cerro ese capitulo de su carrera y comenzó a rearmar el experimento del alemán y el judío.
A la semana se entero que este muchacho era judío y no era más que un simple medico de hospital encubierto.

Estableció una relación entre la única persona con la que tubo problemas en el campo y la única persona con la que interactúa, indirectamente si, pero interactúa en el presente.
Pero era demasiado obvio para ser verdad, una persona que se tomo la molestia de estudiar su rutina, de investigar su futuro. No destruiría todo su trabajo llamando su atención de esa manera. Seguramente este era el árbol que le impedía ver el bosque, pero el no caería en tan simple intento de engaño, una persona menos llamativa, pero igual de sospechosa caminaba todas las mañanas, eme después de conjeturar, escogió la opción menos enfermiza (cosa rara en el) y sostuvo que era solo un vecino que hacia ejercicio. El era alto rubio y denotaba rasgos arios. Seguramente el era el autor ideológico y el pobre hombre (o maldito hombre todavía no descarto hipótesis y podría ser un violado) solo era un chivo expiatorio.
No quería pedir pistas, el hecho de obligar a ese hombre a entrar no lo tentaba en lo absoluto. Solo tendría que buscar su diario y ver nombre por nombre, así recordar algunas personas que tuvieran razones para matarlo.
Seguía poniendo las fichas a ese maldito doctor judío, un error de sus asistentes podía costarle la vida y eso lo enfermaba.
Escribió una pregunta luego de vacilar por la madrugada, luego trataría de dormir para empezar un segundo y agobiante día. La carta decía:

‘’como escapaste?’’

Era breve y concisa y verdaderamente no esperaba respuestas, solo quería atrapar al maldito mientras entraba en su cuarto.
Cargo su luguer P08, mientras fingía de manera admirable estar cambiándose de ropa.
Y se acostó confiando en que su paranoia lo despertaría en el momento indicado.

Y así fue, despertó justo cuando un hombre (no podía ser el) abría el libro (todavía se negaba a creerlo).
-La teoría mas simple resulto ser correcta-dijo eme- tanto esfuerzo para sentarte a ser descubierto- al final una de sus teorías resulto ser correctas. Cosa que lo llenaba de orgullo.
-déme el arma y recuéstese doctor, relaciono de manera brillante los hechos y admiro su memoria-el tono sarcástico molestaba a eme mas que la situación misma- pero no creo que esto sea tan simple como para que una persona tan protagonista de esta obra
¿Qué obra? Pensó eme
-pueda ser quien lo quiere matar, no soy un espía, soy una ayuda, o acaso va a negarme que no ejecito su capacidad de raciocinio con migo doctor- soltó una carcajada tan forzada que hasta un niño de 8 años lo notaria.
Bueno aclarado eso, voy a responderle en persona, nunca tubo que escapar.

Esto descartaba varias hipótesis, técnicamente lo dejaba en la nada así que, Con la garganta seca, las articulaciones gritándole que se sentara y un dolor de cabeza como nunca antes había sentido decidió ir a charlar con su hermana a modo de despeje. La conversación en la cocina, que parecía seguir oliendo a carne húmeda, y la pila de platos era considerablemente más grande que la que vio en la noche del jueves, solo se estiro unos minutos. La hermana respondió con monosílabos a todos los intentos de eme de entablar una conversación.
Ya sin ninguna idea, y después de horas de revisar sus notas. Decidió preguntar.

¿Como?

Escribió esto casi sin pensar esperando que el hombre del banco lo ayudara.
Pero el hombre jamás apareció, solo vio que en su ventana colgaba la siguiente nota

Eso es problema suyo doctor, y queda solo un día
La mañana el domingo dejaba entrar unos primaverales rayos de so, sobre todos sus muebles y sobre la ratonera que seguía decepcionantemente vacía, abrió su cajón y desdoblo su traje de la SS, se vistió lentamente, tratando inútilmente que las agujas del reloj siguieran su paso lento. Su Garganta seguía tan seca que ni siquiera un largo sorbo de agua logro humedecerla un poco, Se coloco sus medallas pensando que seria un lindo detalle dejar un testamento. Idea que descarto debido al cursi cliché que esto supondría, iba a ser acecinado, por esos fantasmas que lo azotaban en sueños y ahora se presentaron en su vida terrenal. Solo deseaba enterarse quien era este sujeto que acumulo tanto odio como para planear algo así.
Eran las 12:00 de la madrugada y su pulso se aceleraba considerablemente. Esta vez las agujas del reloj si seguían su ritmo.
Cuando comenzó a aflorar la inútil esperanza de que el acecino no vendría, sintió una voz detrás de el.
-jamás pudo abrir los ojos doctor, se aferro a su credo de superioridad racial y no pudo ver la igualdad obvia, ahora cometiendo la misma idiotez, se aferro a la única conclusión a la que logro llegar desde que vive en este antro.
-¿cual idiotez?
- camine durante 3 días, pase frente a usted, pero claro, el machismo alemán jamás termina, ve a una persona de pelo corto, casi al ras y ya supone (como error inicial) que es hombre, esta bien que me vio a la distancia doctor, pero es un insulto a mi como mujer- sonrío levemente como si de verdad le causara gracia el error que eme cometió – luego, algo que sucede rara vez en usted, elige la opción mas cómoda y me descarta, siempre fijo en es hombre que se sentaba solo a ayudarlo para que reforzara su capacidad de raciocinio, haberme tomado como culpable no es un error doctor, pero si lo fue dar por echo que era mi padre quien caminaba.
Jamás supuso que ese joven soldado podría haber engendrado un hijo (o hija tal como se ve) antes de ir al campo
A pesar de que su mente funcionaba a toda velocidad, no era capas de pronunciar ni una palabra, por lo que se limito a Mostar una mueca, o un intento de sonrisa, que denotara algo de tranquilidad
- sus matones no fallaron, pero tampoco cumplieron, mandaron a mi padre a trabajar con los demás, y allí recibió un trato especial (no muy amigable como se imaginara) y en esos 4 meses de agonía escribió el diario que, amablemente, uno de sus jóvenes compañeros me lo entrego cuando fue liberado.
Seguro que esa hipótesis jamás se le cruzo por la cabeza doctor
Y tenia razón, los personajes que se involucraron el una disputa que había quedado en la historia para el, eran sin duda los menos pensados.
Esta vez si puedo preguntar, pero con un tono muy agudo, casi sonó como un silbido de serpiente algo a lo que la chica respondió con una cara que mostraba una mezcla de asombro y concentración para entender lo que eme balbuceaba.
-¿Es el hombre del banco? quien le dio el diario
- muy bien doctor, parece que funciona mejor bajo presión- ese tono juguetón lo sacaba de quicio pero siempre fue un hombre que pudo mantenerse sereno-al enterarme que estaba vivo, gracias a algunos miembros arrepentidos de su fuerza, comencé a espiarlo, con el inesperado apoyo de su hermana- eso si fue una puñalada que eme no pudo disimular en su rostro- quien entendió las razones de mi enfado, y me dejo entrar todas las veces que quería a observarlo.
Decidí que el viernes, justo en el aniversario de la muerte de mi padre, seria bueno empezar este jueguito de hipótesis, en el cual no juego nada bien si me lo permite- la continuas burlas comenzaban a irritar a eme que ya esperaba el momento del asesinato- así que ya no queda mas que ir al grano- Eme se arrepintió tan rápido de su anterior pensamiento que se avergonzó, verdaderamente la idea de morir no le causo ninguna gracia- la verdad no me comparo con usted en ningún rasgo, menos en el que usted es un acecino, cosa que yo tengo el orgullo de no ser, y quiero seguir estando orgullosa, así que le propongo algo que deja a todos satisfechos-sonrío como si supiera lo que eme estaba por decir.
-no creo que alguna de las alternativas me deje salir airoso de esto-dijo eme con un tono tan frío como el que empleaba con la gente a la que mas odio.
-jajaj, es verdad doctor, pero le propongo dos cosas, ambas desencadenan en la muerte, pero seguramente serán muertes muy distintas, puede suicidarse- eme rechazo esta idea casi de inmediato, pero no quería llegar conclusiones apresuradas y siguió escuchando-o puede quedarse en su casa con su brillante traje de la SS y esperar a que lleguen las autoridades esperando poder enjuiciar al famoso Doctor Muerte.
A eme se le enfrío la sangre a tal punto que pensó que ya estaba agonizando, solo tenia 2 salidas y ninguna era atractiva, en es momento de desconcierto, la muchacha salio de la casa.
Eme fue enterrado en el cementerio de Munich, junto con otros ex oficiales nazis, solo se registro una visita, por parte de una mujer rubia de unos 30 años.